Bajo los reflectores y en plena evolución, Ariana Grande se encuentra en una encrucijada profesional. A los 31 años y en la cima de su carrera en el pop, la cantante y actriz ha revelado algo que sacudió a sus seguidores en un giro inesperado: planea reducir drásticamente su ritmo en la música para dedicarse al teatro, su pasión inicial. Este nuevo capítulo para Grande, impulsado por su rol en la próxima película de Wicked, le ha permitido redescubrir sus raíces artísticas y replantear sus prioridades profesionales.
En el podcast Las Culturistas, conducido por Bowen Yang y Matt Rogers, la artista soltó una declaración que sorprendió al mundo del espectáculo: “Voy a decir algo muy aterrador, que asustará muchísimo a mis fans y a todo el mundo, pero los amo, y lo aceptarán”, anunció. Ariana se mostró firme en su deseo de no continuar a la misma velocidad en la música pop: “Siempre voy a hacer música, siempre voy a subirme al escenario, siempre voy a hacer cosas pop, lo prometo. Pero no creo que hacerlo al ritmo que lo he estado haciendo durante los últimos 10 años, sea lo que veo para los próximos 10 años”, explicó en el episodio.
El esfuerzo detrás de Glinda en <i>Wicked</i>
A pesar de su estatus como superestrella, Ariana se enfrentó a una realidad inesperada: la necesidad de audicionar para el codiciado papel de Glinda en Wicked, un rol que ya había sido interpretado por la aclamada Kristin Chenoweth en Broadway. En una entrevista para el New York Times, Grande compartió cómo algunos de sus colaboradores le recomendaron no audicionar, aludiendo a que su carrera ya estaba establecida.
Sin embargo, Ariana insistió en hacerlo, convencida de que el papel debía ganarse: “Algunos miembros de mi equipo en ese momento me decían: ‘Ni siquiera deberías hacer una audición’, y yo les respondía: ‘No lo entiendes, por supuesto que tengo que hacerlo. Esto es algo que hay que ganarse’”. Con esta convicción, aseguró haberse lanzado a fondo en el proyecto: “Tengo mucho que demostrar y me he lanzado a ello con todas las fuerzas que he podido”.
La experiencia de audicionar y prepararse para el papel ha servido a Ariana como un impulso para retomar el rumbo hacia una carrera que incorpore tanto la música como la actuación en una expresión artística integral.
El arte de redescubrirse
Ariana Grande ahora está en un momento de redescubrimiento, volviendo al espacio que la vio nacer como artista. Su elección de dar un paso atrás en la música y su renovada pasión por el teatro musical representan una declaración personal: la de una artista que busca autenticidad y propósito. En cada nota y cada escena, Ariana se reencuentra con la esencia de su arte, recorando que, en ocasiones, la mejor manera de avanzar es volver a donde todo comenzó.
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