La Organización de Naciones Unidas (ONU) afirmó este domingo que tanques israelíes habían irrumpido en las puertas de una base de su fuerza de mantenimiento de la paz en el sur de Líbano, la última acusación de violaciones y ataques que han denunciado los propios aliados de Israel.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pidió a este domingo la ONU que evacuara a las tropas de la fuerza de paz Finul de las zonas de combate en Líbano. Horas después, la fuerza denunció lo que describió como nuevas violaciones israelíes, incluida la entrada por la fuerza de tanques por las puertas de una base.
“Ha llegado el momento de que retire la Finul de los bastiones de Hezbollah y de las zonas de combate”, dijo Netanyahu en una declaración dirigida al secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
“Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lo han solicitado en repetidas ocasiones y se han encontrado con una negativa reiterada, que tiene como efecto proporcionar a los terroristas de Hezbolá escudos humanos”.
El grupo militante Hezbollah, respaldado por Irán, niega la acusación de Israel de que utiliza la proximidad de las fuerzas de paz para protegerse.
Hasta la fecha, cinco miembros de las fuerzas de mantenimiento de la paz han resultado heridos en una serie de ataques que han alcanzado posiciones y personal de sus fuerzas en los últimos días, la mayoría de los ataques atribuidos por la Finul a las fuerzas israelíes.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que suele ser una de las más firmes defensoras de Israel entre los líderes europeos occidentales, habló por teléfono con Netanyahu el domingo y denunció los ataques israelíes.
Italia cuenta con más de mil soldados en los 10 mil efectivos de la Finul, lo que la convierte en uno de los mayores contribuyentes de personal. Francia y España, que cuentan cada una con casi 700 soldados en la fuerza, también han condenado los ataques israelíes.
“La primera ministra Meloni reiteró que es inaceptable que la Finul sea atacada por fuerzas armadas israelíes”, dijo el Gobierno italiano en un comunicado.
El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Israel Katz, reiteró el domingo que el país ha prohibido la entrada al jefe de la ONU, Guterres, debido a lo que considera su incapacidad para condenar adecuadamente a Irán por un ataque con misiles a principios de este mes, y por lo que Katz describió como conducta antisemita y antiisraelí.
La Finul se creó en 1978 para vigilar el sur del Líbano. Israel invadió la zona en 1982, ocupó el sur de Líbano hasta 2000 y volvió a librar una gran guerra de cinco semanas contra Hezbolá en 2006.
El asalto israelí contra Hezbollah durante las últimas tres semanas ha sido el más mortífero en Líbano en décadas, expulsando a 1.2 millones de libaneses de sus hogares e infligiendo un golpe sin precedentes al grupo al matar a la mayoría de sus altos dirigentes.
Funcionarios israelíes afirman que la Finul ha fracasado en su misión de cumplir la Resolución 1701 de la ONU, aprobada tras la guerra de 2006, que exige que la zona fronteriza del sur del Líbano esté libre de armas o tropas que no sean las del Estado libanés.
El Gobierno libanés afirma que más de 2 mil 100 personas han muerto y 10 mil han resultado heridas en más de un año de combates, principalmente durante la escalada de las últimas semanas. La cifra no distingue entre civiles y combatientes, pero incluye decenas de mujeres y niños.
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