Las labores de búsqueda de desaparecidos y de reconstrucción de los pueblos y las comarcas devastadas por las lluvias torrenciales tuvieron que ser suspendidas en buena parte de la región por la amenaza de una nueva depresión atmosférica aislada en niveles altos (DANA), que obligó a suspender clases y actividades al aire libre, así como cerrar parques y centros públicos en Valencia, Cataluña, Islas Baleares, Murcia, Andalucía, Galicia, Cantabria, Aragón y Asturias.
Los efectos devastadores de las lluvias torrenciales del pasado 29 de octubre, que hasta la fecha han provocado la muerte de 230 personas y decenas de miles de damnificados, hicieron que las autoridades extremaran las precauciones y alertaron por todos los medios a las poblaciones afectadas.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) informó de sus previsiones para las próximos días, en los que habrá un tiempo plagado de lluvias torrenciales que podrían derivar en una nueva situación crítica. El aviso es naranja ―el segundo nivel de tres― por lluvia en Baleares, Alicante y Valencia, donde se prevén 40 litros por metro cuadrado en una hora; y por mala mar en Girona, con olas de tres a cuatro metros.
En cambio, es amarillo, el mínimo, en Aragón por viento, en Asturias y Castilla y León por nieve, en otras zonas de Cataluña por mala mar, lluvia y tormentas, en Galicia por mala mar, en Murcia por lluvias y tormentas y en otras áreas de la Comunidad Valenciana por lluvia y temporal marítimo.
Ante este panorama, el ayuntamiento de Valencia notificó la suspensión de clases y el cierre de parques y jardines en toda la ciudad desde este miércoles, como también han decretado medio centenar de municipios de la Comunidad Valenciana, al igual que hizo el gobierno catalán en cinco localidades de la provincia de Tarragona.
La AEMET también informó que la DANA se está desplazando desde Francia hacia la Península y Baleares, donde permanecerá al menos hasta el viernes. “El aumento de la inestabilidad irá acompañado de la entrada de un flujo húmedo mediterráneo del este”, lo que aporta más combustible a una DANA de la que “aún no se sabe cuál será su posición final”.
Esta posición determina cuándo va a llover y dónde lo va a hacer más. “Esta nueva situación presenta una incertidumbre todavía mayor que la anterior y, aunque en principio no parece que vaya a llover tanto, lo hará en una zona ya dañada como Cataluña, Castellón y Valencia, por lo que la vulnerabilidad es más alta”, explicó el vocero de la AEMET, Rubén del Campo.
A pesar de que las precipitaciones más intensos se preven para el miércoles y jueves, durante la madrugada del martes se registraron algunos desbordamientos de cauces en la región de Almería, donde se volvieron a ver escenas de coches arrastrados por la riada y casas y pueblos anegados por la subida súbita del agua.
Aparecen ratas y enfermedades
En la zona más afectada empiezan a aparecer algunas enfermedades habituales en este tipo de escenarios, provocados por la falta de salubridad, la acumulación de agua y el abundante lodo, que hace que proliferen insectos como los mosquitos y roedores como ratas, que empeoran aún la situación sanitaria.
Entre algunos de los voluntarios que están realizando las tareas de limpieza y de la búsqueda de los desaparecidos se han registrado al menos dos casos de la leptospirosis, una enfermedad que se transmite a través de la orina de animales infectados y que produce un cuadro gastrointestinal de diarrea, fiebre o vómitos. Aunque los expertos de la Comunidad Valenciana advierten que en estos momentos la situación está controlada y el contagio es residual.
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