Alejandro Torres Montufar, investigador de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán y responsable del herbario de ese plantel, descubrió una nueva especie de árbol mexicano en Sinaloa, identificado como Coutaportla lorenceana, el cual se caracteriza por producir flores y frutos con aromas para atraer polinizadores.
La FES dio conocer el hallazgo, producto de observaciones que comenzaron en 2018 por un grupo de investigadores liderados por Torres Montufar, quien vio el espécimen por primera vez en un área restringida de aquella entidad.
A fines del verano de 2019, al visitar la localidad encontraron dichos arbolitos en floración. Esta circunstancia y una exhaustiva revisión a diversos ejemplares de herbario confirmaron que se trataba de una especie nueva de Coutaportla, la cual hasta ese año no había sido descrita por la ciencia.
La nueva variedad se une a la categoría de las Rubiaceae, la cuarta familia más grande de las angiospermas, las cuales se caracterizan por producir flores y frutos con aromas para atraer a polinizadores como dispensadores.
Por años, Torres Montufar se ha dedicado a hacer trabajos taxonómicos enfocados en estos arbustos.
Como resultado de esta labor, en 2022 logró un listado conjunto y depurado que incluye 11 géneros y 724 especies.
La FES destaca que el hallazgo resulta relevante porque corresponde a un microendemismo, es decir, que su distribución es muy reducida y se establece en una zona específica. En este caso, en el bosque templado de la Sierra Madre Occidental, en Sinaloa, cerca de la frontera con Durango.
“Tengo una hipótesis, y es que se desarrolla en un espacio de transición entre sotavento y barlovento (direcciones hacia donde sopla el viento), pues la montaña funciona como barrera de la humedad que llega del Pacífico. Esta pequeña brisa que ahí cae a diario crea vida en condiciones muy particulares, lo que nos hace pensar que la Coutaportla lorenceana no existe en otro lugar del mundo”, explicó el investigador.
De acuerdo con el académico, el descubrimiento de una nueva especie podría parecer un número más, pero este trabajo muestra lo complicado que es la exploración científica en el mundo natural.
Esta labor, agrega, enriquece el conocimiento sobre la biodiversidad del planeta, brinda información sobre la evolución y adaptación de los organismos.
Por otro lado, catalogar especies antes de que desaparezcan es crucial para la conservación. Por ejemplo, la Coutaportla lorenceana se ubica en una zona de extracciones de maderas, por lo que los estudios realizados por el equipo de investigadores alertan a la comunidad sobre el valor del árbol.
“Nuestra publicación es un llamado a cuidarlo y a establecer áreas naturales protegidas; sabemos que falta mucho, pero es el primer paso”, comentó.
Además, estos hallazgos resultan fundamentales para otras disciplinas científicas.
Para la química, por ejemplo, el análisis de organismos recién descubiertos puede revelar compuestos únicos con potencial para desarrollar medicamentos, tratamientos farmacéuticos e innovaciones con aplicaciones en la medicina, aseveró el académico.