Es ley de vida: todo lo que empieza tiene que terminar y luego de un recorrido de más de 30 conciertos, Luis Miguel (tan sólo en el país) se despide de los escenarios mexicanos.
Esta noche “El Sol” brilló más que nunca para dar el primero de dos shows en la Arena CDMX, mismos que podrían ser sus últimas presentaciones en varios años.
Pero el público no piensa, por el momento, en el adiós… está ansioso por ver al cantante y toda esa emoción se desbordó una vez que las luces se apagaron y, pasadas las 21:00 horas, en el centro del escenario, apareció él: Luis Miguel, enfundado en un impecable traje negro y camisa blanca, como ya es característico en sus presentaciones.
Para aquellos que lo ven por primera vez (niños y jóvenes que heredaron el gusto por la música de Micky de sus padres) el impacto es brutal; la energía que despide y la potencia de su voz, aquella que desde hace más de cuatro décadas ha acompañado a sus fans, solo es igualada por la perfección con la que sus músicos y sus coristas lo acompañan en cada tema.
Mientras que, para quienes son testigos de la actuación del astro por segunda, tercera o hasta cuarta vez, el show siempre es insuperable.
“Será que no amas” y “Amor, amor, amor” dieron la bienvenida a los más de 20 mil asistentes que se dieron cita para bailar y cantar a lo grande, con un grande.
“Te amo Luismi”, “Micky eres el mejor” o “Maestro” son algunos de los gritos que lanzan los seguidores, y pareciera que el cantante puede oírlos ya que, a ratos, se sonríe y lanza miradas pícaras, aunque sin decir una sola palabra… no lo necesita. No lo ha necesitado desde hace mucho tiempo y aún así sigue siendo un fenómeno musical, lo que se resume en sus 11 Arenas y dos Estadios GNP en este 2024.
El recorrido continúa y temas como “No se tú”, “Entrégate” y “Somos novios” dan un aire de romanticismo, mismo que las parejas aprovechan para acercarse besarse tiernamente ante la mirada indiscreta de la cámara que los proyecta en las enormes pantallas a los costados del escenario.
Si bien, el público se entregó desde el primer segundo, el intérprete también lo hizo. A diferencia de otras noches se dejó ver mucho más suelto y hasta juguetón; lo mismo paseaba por la tarima, que se sentaba en las bocinas para cantar o saludaba a sus fans, arrancando suspiros y aplausos interminables.
Para la mitad del concierto se hace presente el Mariachi para acompañar a Micky en “La fiesta del mariachi”, “La Bikina” y “La media vuelta”, dos temas que son icónicos en el repertorio del artista y con los que el espíritu mexicano pudo sentirse en cada rincón del recinto; y es que, sin importar la edad o qué tan fan son, nadie se queda callado.
La noche sigue avanzando y el momento más emotivo para el cantante llega con las primeras notas de “La incondicional”, pero aquí los papeles se intercambiaron, fue el público quiene estremeció a Luis Miguel al cantar a una sola voz uno de sus más grandes éxitos; un gesto que, casi entre lágrimas el astro agradeció.
A partir de entonces, la fiesta ochentera estalla y todo parece ir más rápido, pues la hora de despedirse se acerca. “Ahora te puedes marchar”, “La chica del bikini azul”, “Isabel” y “Cuando calienta el sol” marcan el final del show, el cual tenía que llevarse a cabo hace más de un mes, pero que bien valió la pena la espera.
Antes de abandonar el escenario, Micky se tomó el tiempo para apreciar la locura que desató, disfrutar de la ovación de sus fans y arrojarles besos; esa fue su manera de decir: ¡hasta la próxima!, pero cuya fecha podría tardar años.
Mañana “El Sol” volverá a salir, con el segundo y último concierto en México de esta gira 2024. Posteriormente viajará a Argentina, donde todo arrancó hace más de un año, para poner fin a su regreso a la escena musical… al menos, por ahora.