Nacajuca y la violencia de género

Por Homero T. Calderón

Nacajuca y la violencia de género

Nacajuca y la violencia de género

Sheilita Álvarez acusa a Roberto Ocaña Leyva de “violencia de género”. Pero creo que está equivocada en su demanda, suele suceder así. Porque los demandados deben ser su padre, Silvestre y su tío “Lupano”, por ser pésimos asesores.

Roberto Leyva –para empezar, es una alma de Dios, No le hace mal a nadie. Tiene una virtud, es quizá el único presidente elegido por el pueblo. ¿Y cómo puede este su servidor saberlo? Muy fácil. Su partido, el PT, carece de peso, infraestructura electoral o influencia para hacer ganar un candidato.

Más aún, Roberto no está en MORENA que todo lo gana. Tampoco está en el PRI o el PAN porque estos partidos dejaron de existir en Tabasco.

Ergo entonces, su triunfo se debe al voto espontáneo de los ciudadanos que ya estaban hasta la madre del mal trabajo de la ex presidenta Sheila. Ésta, en acto revanchista, lo acusa de violencia de género, pero esa violencia de género fue ejercida por el voto de la ciudadanía que a la hora de la hora quiso decirnos: “esta diabla ya no va, y zaz, que pierde la presidencia.

Debiera “Silver” intervenir y decirle al orgullo de su nepotismo que ya no cometa errores, porque ahora hay un nuevo presidente y ahora sí se hará política…

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