Los países de América Latina y el Caribe (ALC) necesitan mejorar la recaudación de impuestos, su gasto y la gestión de la deuda pública, así como movilizar más recursos privados para financiar sus ambiciosas agendas de desarrollo, sostuvieron el Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL), el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) y la Comisión Europea.
“Ajustar la estructura tributaria o potenciar los impuestos existentes podría ayudar a reducir las desigualdades, contribuir a la transición verde, impulsar los resultados en materia de salud y promover el emprendimiento”, manifestaron los organismos.
En la edición 2024 de las Perspectivas económicas de América Latina. Financiando el Desarrollo Sostenible, un documento que las instituciones financieras elaboraron en conjunto, se expone que la región necesita mejorar la forma en que se gravan los impuestos, ya que en la mayoría de economías que la conforman, los ingresos tributarios son bajos, con un promedio del 21.5 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 2022, frente al 34 por ciento de la OCDE.
A su vez, en la presentación de la 17 edición del informe que se realiza en París, los organismos internacionales informaron que para reducir la brecha de financiamiento sostenible de ALC, que se estima en 99 mil millones de dólares al año, es necesario mejorar la coordinación entre los actores públicos y privados, con ayuda de sus socios internacionales.
Los organismos internacionales llamaron a gestionar la deuda a través de marcos fiscales sólidos para mantener la sostenibilidad fiscal.
Detallaron que los países de ALC han visto incrementado su servicio de la deuda desde el 9.8 por ciento de los ingresos tributarios en 2012 a 12.2 por ciento en 2022.
“En la pasada década, en algunos países, el pago de intereses ha llegado inclusive a duplicar el gasto en educación, a triplicar el gasto en salud y a cuadruplicar las inversiones de capital”, indicaron.
Según el documento, los países deben optimizar la asignación presupuestaria y aumentar la eficiencia del gasto para liberar recursos adicionales, ya que en el 2023, 82 por ciento del gasto público se concentró en gasto corriente.
Los organismos internacionales destacaron que dado el difícil contexto socioeconómico de la región, se necesita un conjunto de reformas de gran alcance, ya que el crecimiento de la productividad es escaso. En 2023, el 27.3 por ciento de la población total de la región vivía en situación de pobreza, el nivel más bajo de las dos últimas décadas.
Sin embargo, la pobreza extrema se ha mantenido persistentemente alta, al afectar a una de cada diez personas de ALC.
Los organismos explicaron que muchos países mantienen una postura estricta en materia de política monetaria, con el fin de mantener bajo control las expectativas sobre la inflación. Al mismo tiempo, atraviesan una fase de consolidación fiscal, tras la reducción del espacio fiscal de la región después de la pandemia del COVID-19.
“En este contexto, el margen de maniobra para formular políticas económicas expansionistas que respalden la demanda agregada y promuevan la consecución de objetivos sociales es limitado”, mencionaron.
En el informe se comenta que los países de la región, deberían coordinarse para presentar una perspectiva regional propia en la Cuarta Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo de las Naciones Unidas, que se celebrará en Sevilla a mediados de 2025.
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