¡Una vida en la granja! Amanda Seyfried se mudo de Hollywood al norte de Nueva York

Amanda Seyfried dejó atrás la ciudad y se mudó a una granja en el norte del estado de Nueva York.

¡Una vida en la granja! Amanda Seyfried se mudo de Hollywood al norte de Nueva York

¡Una vida en la granja! Amanda Seyfried se mudo de Hollywood al norte de Nueva York

En una decisión que rompe con el estilo de vida glamuroso de HollywoodAmanda Seyfried dejó atrás la ciudad y se mudó a una granja en el norte del estado de Nueva York. Este cambio, que inició hace casi una década, no fue motivado por una moda, sino por su deseo de encontrar una vida más serena y equilibrada.

Según relató la propia actriz de “Mean Girls” y “Mamma Mia!” en una entrevista reciente, la elección de vivir en contacto con la naturaleza fue fundamental para su bienestar emocional. “Quedarme aquí fue la mejor decisión por la privacidad, la paz y la naturaleza. Ofrece una vida más equilibrada que la ciudad”, confesó a Forbes.

Motivos de la Mudanza

Amanda Seyfried buscaba alejarse del ajetreo urbano, especialmente de los desafíos que impone el estilo de vida de la industria del entretenimiento. Al mudarse “al norte del estado mucho antes de tener una familia”, Seyfried encontró un espacio donde la calma y la conexión con el entorno natural le ofrecían la posibilidad de cultivar una vida menos demandante, libre de los paparazzi y las presiones de la vida pública.

Desde entonces, nunca miró atrás. Para la actriz, esta granja representa un santuario personal que contrasta radicalmente con la intensidad de los eventos de prensa y los sets de filmación en las grandes ciudades.

Beneficios para la salud mental

Para Seyfried, vivir en una granja no solo fue una cuestión de estilo de vida, sino una necesidad emocional. La actriz señaló en la entrevista que la vida al aire libre fue “esencial para mi salud mental”. Esta conexión con la naturaleza le permite desconectarse de las presiones de su carrera y encontrar un espacio de paz tras el ajetreo de la industria.

Después de eventos glamorosos y viajes de trabajo, regresa a su casa en la granja, donde se siente plena. “Me encuentro en casa y aún más feliz en mis botas, en el barro, alimentando a los animales”, le dijo a Forbes. Esta rutina, lejos de las exigencias del cine, se convirtió en su mecanismo de equilibrio emocional.

Vida familiar y crianza

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